En lo personal sólo me marqué dos propósitos que no son ni ir al gym, ni adelgazar o comprarme un coche.
1. Leer un libro más de los leídos durante el año anterior (que fueron 13 y ahora 14).
2. Regalar a mis amigos y amigas un libro en sus cumpleaños o sin razón.
Por el momento hablaré del propósito número 2.
Es una sensación muy padre cuando regalas un libro, ese objeto material que no te hace materialista pero si una mejor persona.
Puede ser un poco dificil elegir que libro le puede agradar a un amigo ya que a pesar de que los conozcas mucho nunca sabemos el paladar literario que pueda tener cada quien.
En las ocasiones que me ha tocado regalar los libros he optado por:
1. Hacer una investigación secreta y muy discreta acerca de que libro le gustaría leer o que libros tiene en su wishlit.
2. Elegir un libro que me haya gustado mucho y que por razones personales quiero que todo mundo lea.
Al principio me parecia una locura regalar uno de mis libros, pensaba que era una falta de respeto a mi biblioteca personal, a mis sacrificios, pero después de una conversación que tuve con un amigo artísta me di cuenta de que vivimos en un minuto, que no hay tiempo para coleccionar libros, para tener el dinero parado en un librero.
Después de leer un libro: 1) se puede volver obsoleto o 2)se puede volver parte de tu vida, está en nosotros decidir.
Si decidimos que el libro forma parte de nuestra vida, debemos rayarlo, dormir con el, leerlo, serle fiel, prodigarlo y prodigar nuestro amor por él, tatuarnóslo, volverlo nuestra biblia y la cura a la locura que nos habita.
Si decidimos que el libro es obsoleto para nosotros y que fue una lectura temporal, pasajera o de entretenimiento y que jamás lo volverémos a leer, la mejor opcion es regalarlo, no hay necesidad de privar a una persona más adelante de esas palabras que quizá pueda necesitar, ya que las palabras son de quien las necesita no de quien las escribió o las poseé.
Entre si el libro es obsoleto o parte de nuestra vida, no subestimemos las lecturas que no nos marcaron o que en el momento en que las leímos no fueron trascendentales para ese momento de nuestro paso por la vida, al contrario, hay que ver que todo libro que leémos nos deja un aprendizaje, palabras nuevas, otra perspectiva, alimenta el alma y la imaginación.
Y eso, eso es lo que yo quiero regalar, un libroy te invito a que regales uno tú tambíen