viernes, 7 de noviembre de 2014

Se acaba de acabar


Estamos en una era de la historia en la que la mayoría de las cosas son desechables, instantáneas, efímeras, desde los objetos, los amigos y hasta los amores eternos.

Es la segunda vez que me pasa pero la primera que le encuentro la real importancia de lo que es: me terminé completamente la tinta de una pluma. La primer vez me pasó en la secundaria, y ahora después de mucho tiempo me vuelve a pasar.

Las plumas esas que no son de aves pero vuelan, y que si las prestas ya no regresarán a ti jamás.



"Escribo siempre con la misma pluma para que me recuerde mis palabras"


Te invito a tratar de utilizar una misma pluma hasta que se le termine la tinta, no pensar que es un acto de ser "codo" ni "fijado" sino como la acción de reducir el consumismo de productos innecesarios y sentir esa satisfacción de darle a un objeto la vida útil que debe tener.


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